Cinco condenados por utilizar pisos okupados en Palma para producir marihuana

Cinco miembros de un clan familiar fueron condenados ayer a penas que suman ocho años y medio de prisión por utilizar pisos okupados en Palma para cultivar grandes cantidades de marihuana con las que luego traficaban. Los procesados disponían de cuatro inmuebles en Son Gotleu y La Soledat, donde habían realizado conexiones ilegales a la red eléctrica para no pagar el abultado consumo de los sistemas para cultivar las plantaciones. En el juicio, tras el acuerdo alcanzado entre sus abogados, la Fiscalía y la letrada de Endesa, se declararon autores de delitos contra la salud pública, grupo criminal y defraudación de fluido eléctrico. Además, deberán indemnizar a la compañía suministradora con 73.000 euros. Uno de los acusados, además, confesó otro delito de tenencia ilícita de armas porque tenía una escopeta de cañones paralelos sin licencia. Otro encausado fue absuelto al retirarse los cargos contra él.
Los cinco procesados, miembros del clan del Cauta, fueron detenidos en octubre de 2022 por agentes del grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional. Los agentes llevaban meses indagando sobre las actividades del grupo y averiguaron que tenían con cuatro viviendas en Son Gotleu y La Soledat, varias de ellas okupadas. Los domicilios se habían reconvertido en invernaderos en los que habían instalado grandes plantaciones de marihuana. Los investigadores estimaban que podían producir unos cinco kilos de cannabis cada mes, que vendían a otros grupos de traficantes asentados en las mismas barriadas.
La Policía Nacional llevó a cabo un operativo tras varias semanas de pesquisas y registró los cuatro pisos vinculados al clan. Encontraron casi 400 plantas de marihuana en diversas fases de crecimiento y abundante material para fomentar su crecimiento, como aparatos de aire acondicionado, lámparas, extractores y filtros. Todo estaba conectado a la red eléctrica mediante enganches ilegales, lo que les permitía ahorrarse las facturas y al mismo tiempo no levantar sospechas por el elevado consumo que generaban las plantaciones. En una de las viviendas la Policía encontró también una escopeta de cañones paralelos en buen estado y con capacidad de ser disparada. La operación culminó con la detención de cinco miembros del clan, tres de los cuales pasaron medio año en prisión preventiva por orden judicial.
Cuatro delitos
La Fiscalía les imputó delitos contra la salud pública, integración en grupo criminal y defraudación de suministro eléctrico, así como otro de tenencia ilícita de armas para el propietario de la escopeta. Por ellos, el ministerio público solicitaba condenas de entre cuatro y cinco años de prisión para cada uno de los procesados, así como sendas multas de 100.000 euros y que indemnizaran con casi 73.000 euros a Gesa-Endesa por el consumo de energía que no pagaron durante los meses que tuvieron en marcha las plantaciones de marihuana.

