Como si de una rutina se tratara, los ciudadanos de las islas Baleares desayunamos - todos los días - con una nueva noticia sobre las dramáticas consecuencias de un nuevo episodio de okupación ilegal de nuestras viviendas.
Si ayer conocimos la pobreza sobrevenida de una pareja de jubilados de Calviá que, tras años de duro trabajo y numerosas privaciones, lo han perdido todo por estar absolutamente desprotegidos frente a un inquiokupaque ha arruinado sus vidas; hoy el café nos ha sabido más amargo, al conocer el relato de una joven propietaria que, tras salvar su vida, declara que “tengo que vivir escondida, me tienen amenazada de muerte”.Increíble y lamentable, pero cierto.
Frente a esta realidad, en este país polarizado, unos afirman que la pandemia de la okupación ilegal va remitiendo, y otros que una modificación puntual de la Ley de Enjuiciamiento Criminal solventará definitivamente la plaga. Ni lo uno ni lo otros son ciertos.
La realidad arriba descrita acredita que la okupación ilegal no sólo aumenta en número si no también en violencia física hacia los propietarios. Es la nueva violencia de clase.
Por otro lado, cualquiera que conozca los denominados procesos normativos sabe bien que muchas de las iniciativas legislativas terminan en simples proclamas, ante el arduo y laberíntico proceso que determina la definitiva promulgación o no de la nueva norma jurídica.
En este caso, además, la eficacia de la más que deseable y deseada reforma de la LECrim está más que entredicho por cuanto sus efectos no pueden desplegarse ante los falsariamente denominados “vulnerables”, es decir; prácticamente en el 99% de los supuestos no podría aplicarse la “futura” norma.
Por todo lo anterior, desde la Asociación Pro Derecho a la Propiedad Privada de la Islas Baleares hemos redoblado nuestros esfuerzos para hacer posible la defensa de nuestros legítimos derechos que desgraciadamente van más allá de la mera protección patrimonial para centrarse también en la defensa de la vida e integridad física de todos y cada uno de los propietarios inmobiliarios de nuestras islas.
En solidaridad con todas las víctimas de la okupación ilegal de Baleares,la Asociación ha reforzado y redoblado todos sus esfuerzos y compromisos a fin de que se fragüe una solución real y definitiva: una auténtica LEY ANTIOKUPACIÓN.
Si eres o has sido víctima de la okupación ilegal o si crees que por tu simple condición de propietario o propietaria puedes llegar a serlo, te invitamos a formar parte de nuestra Asociación, a fin de que todos juntos y bien cohesionados podamos defender más y mejor nuestros DERECHOS, hoy claramente amenazados.
La noticia empieza así:
«Mientras nos agredían nos grabaron con el móvil, nos dijeron que tenían nuestras caras y que nos iban a matar», es la declaración de la propietaria del piso, que desde este martes asegura vivir una auténtica pesadilla. «Tengo que vivir escondida, me tienen amenazada de muerte. Estoy aterrorizada, nunca imaginé que podría verme en una situación así», manifiesta la joven, que recuerda el inicio de esta historia: «Todo comenzó hace unos meses, cuando tuve que estar fuera por una urgencia familiar».
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