¿Qué son los ‘okupas’? Una problemática social en España que ha llevado a los peruanos a tomar casas de manera ilegal

Ian Mateu • 3 de febrero de 2025

Los okupas en Carabanchel, en su mayoría peruanos, han sacado a la luz una problemática compleja donde las leyes españolas parecen proteger a los ocupantes ilegales, mientras se cuestiona el derecho a la propiedad. (Tania Sieira)


La situación de los okupas en España ha sido una cuestión controvertida durante décadas. El fenómeno no es nuevo, pero ha adquirido visibilidad mediática en los últimos años debido a la creciente presencia de extranjeros, en especial de migrantes ilegales, en ciertos barrios de grandes ciudades como Madrid.


Uno de los ejemplos más recientes es el caso de los peruanos okupas en Carabanchel, un distrito madrileño que ha sido testigo de una invasión de más de 120 compatriotas, que han ocupado 28 viviendas, amparados por las leyes españolas, pero en medio de un debate social y legal acerca de los derechos y la moralidad detrás de estas acciones.


¿Qué son los okupas?


Nacido en los años 80 como respuesta a la falta de vivienda, el movimiento okupa en España busca subrayar la desigualdad social a través de la ocupación de espacios vacíos, principalmente en ciudades grandes. (María Luisa Verbo)



El término “okupa” hace referencia a aquellas personas que toman posesión de una propiedad sin el consentimiento de su dueño. En España, la figura del okupa ha sido, desde sus orígenes en la década de los 80, una respuesta al desajuste entre la oferta y demanda de vivienda, sobre todo en grandes ciudades donde los precios de alquiler y compra han subido desmesuradamente.

Desde una perspectiva histórica, el movimiento okupa comenzó como una protesta social, con raíces en la ideología del anarquismo y en la crítica a la especulación inmobiliaria.


Ocultar viviendas vacías para darles un uso social y subrayar la injusticia del mercado inmobiliario fue la consigna que unió a muchos de los primeros okupas. De ahí que se hable, muchas veces, de un movimiento de resistencia y protesta, un reflejo de la desigualdad social.


Los okupas peruanos en Carabanchel: desesperación y negocio


La ocupación ilegal de viviendas en Carabanchel por peruanos revela un entramado de mafias que lucran con la desesperación de los ocupantes, que piden hasta 15.000 euros para abandonar los hogares. (Tania Sieira)

La situación de los peruanos okupas en Carabanchel tiene matices que se alejan del espíritu original del movimiento. Según informes recientes, más de 120 personas, mayormente peruanos en situación irregular, han invadido 28 viviendas de un complejo residencial de lujo en este barrio madrileño.

La historia no se limita a una toma de viviendas por necesidad, sino que se ve empañada por el negocio ilícito de mafias que alquilan a los ocupantes, aprovechándose de su vulnerabilidad.


De hecho, algunos de los okupas han solicitado hasta 15.000 euros para abandonar las viviendas, lo que pone de manifiesto que la ocupación se ha convertido en un lucrativo modelo de extorsión.


La situación ha desbordado a las autoridades y a los residentes del lugar, que se ven atrapados entre la ley y la realidad de un mercado inmobiliario implacable.

Los testimonios de vecinos y propietarios de las viviendas ocupadas reflejan un ambiente de impotencia y desconcierto, mientras las autoridades intentan aplicar la ley sin encontrar respuestas rápidas y eficaces.


El contexto de esta ocupación también está marcado por un fenómeno más complejo: la existencia de redes organizadas que planifican y gestionan las ocupaciones en barrios como Carabanchel.


Estas mafias, conocidas como “la mafia gitana” en algunos informes, tienen la capacidad de ocupar viviendas en grandes cantidades, para luego negociar con los propietarios o las autoridades una salida que, en muchos casos, no se resuelve con rapidez.


El caso de Carabanchel es, por tanto, solo uno de los muchos ejemplos de cómo la ocupación ilegal se ha convertido en una especie de mercado paralelo en las ciudades españolas.


El marco legal: ¿una protección demasiado amplia?


Aunque la ley española permite la ocupación temporal de viviendas vacías, los largos procedimientos judiciales generan críticas, pues los propietarios deben esperar mientras los okupas permanecen en los hogares. (El Español)

Por otro lado, el sistema legal español tiene una postura que, para muchos, favorece a los okupas. Si bien la ley establece procedimientos de desalojo, estos son largos y complejos.


Un aspecto fundamental es la prohibición de la expulsión sin un proceso legal previo, lo que protege a los ocupantes hasta que se resuelva judicialmente la cuestión.


Esto ha generado controversia, ya que mientras algunos defienden que los okupas deben ser protegidos por su derecho a la vivienda, otros sostienen que este amparo legal ha dado lugar a un abuso del sistema.


En la legislación española, si una persona entra en una propiedad vacía y no tiene antecedentes penales, no se le puede desalojar de inmediato. Solo tras una sentencia judicial, y una vez que el proceso haya sido tramitado, se puede proceder con la expulsión.


Esta protección, pensada para evitar desahucios rápidos y violentos, ha sido vista como un coladero para quienes se benefician de la ocupación ilegal como una forma de obtener ingresos o de simplemente encontrar una vivienda de manera forzosa.


La verdadera historia de los okupas en España


El movimiento okupa en España, nacido en los años 80, ha evolucionado desde una protesta social por la falta de vivienda hasta un fenómeno legalmente protegido que se ha complicado con el paso del tiempo. (El Español)

La imagen del okupa, tan repetidamente caricaturizada en discursos políticos y mediáticos, oculta la riqueza de un relato que se nutre de diversas experiencias y contextos históricos.


El movimiento okupa no es un fenómeno homogéneo; en sus orígenes se gestó en la posguerra y se consolidó durante décadas como una respuesta a la falta de vivienda y al abandono de inmuebles por parte del poder público y privado.

Fue, y en muchos casos sigue siendo, una respuesta desesperada a la necesidad de habitar espacios que, de otro modo, permanecerían vacíos y sin vida.


En este sentido, la historia de los okupas en España es también una historia de resiliencia y de búsqueda de alternativas en tiempos de crisis. Cada acción de ocupación es, en esencia, un grito silente que denuncia un sistema que ha olvidado a muchos de sus ciudadanos.


Y aunque la situación en Carabanchel, protagonizada por peruanos que han encontrado en estas viviendas un refugio temporal o una plataforma de protesta, es motivo de controversia, es también una muestra palpable de cómo la crisis habitacional y la exclusión pueden impulsar a personas a buscar soluciones fuera de lo establecido.


La narrativa de los okupas se convierte, por tanto, en un espejo de las tensiones y contradicciones que atraviesan la sociedad española. La lucha por la vivienda, el derecho a un espacio digno y la crítica al modelo económico imperante se entrelazan en una trama donde la legalidad, la moral y la justicia social se debaten en un escenario urbano cada vez más complejo.


Así, cada caso, cada edificio ocupado, es un microcosmos de la disputa entre el derecho a la propiedad y el derecho a la vivienda, entre el orden jurídico y la emergencia social.


Las principales razones por las que las personas ocupan viviendas

La ocupación de viviendas abandonadas no es un fenómeno nuevo, pero en España tuvo un crecimiento durante las décadas de 1960 y 1970. Este auge se debió, en gran parte, a la necesidad de atender la creciente demanda de viviendas provocada por la migración masiva de personas del campo hacia las ciudades.



Además, se ha promovido la toma de tierras y viviendas como una forma de materializar ideas sobre la organización social. Estas acciones buscan resolver necesidades habitacionales.



Por Ian Mateu 15 de abril de 2025
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , ha puesto en su punto de mira a herencias y a herederos . El pasado lunes, el líder del PSOE compareció para anunciar su enésimo plan de vivienda , aunque una parte de su discurso se lo dedicó a las casas que los padres legan a sus hijos tras su fallecimiento. En plena escalada de precios de la vivienda y tras 6 años de mandato, Sánchez presentó 12 medidas inmobiliarias para intentar solucionar un problema causado, principalmente, por la falta de oferta . Sin embargo, el plan de Sánchez gira en torno a más dinero público, más impuestos, un nuevo chantaje a los propietarios y medidas liberticidas, lo que no augura ninguna solución.  Amenaza velada a las herencias Dentro de sus propuestas relativas a la vivienda, en el discurso de Sánchez llamaron la atención unas declaraciones que ya han sido interpretadas como una amenaza velada a los herencias. "Nos estamos enfrentando a un problema grave, muy serio, de enormes implicaciones sociales, económicas y políticas que exige de una respuesta decidida del conjunto de la sociedad y, por tanto, de las instituciones públicas" señaló Sánchez. "Y si no lo hacemos, la sociedad europea y española va a acabar dividida en dos clases de personas: las que reciben una o varias casas de sus padres , y pueden por ello dedicar el grueso de sus ingresos a formarse o viajar, y las que se pasan la vida trabajando para pagar un alquiler y llegan a la vejez sin ser propietarios de la casa en la que viven" añadió. Alrededor de esta reflexión de Sánchez surgen numerosas incógnitas. Las principales son ¿cómo piensa evitar el presidente del Gobierno que haya herederos? ¿está planeando algún tipo de traba? También cabe preguntarse si es que el líder del PSOE cree que las herencias son un juego de suma cero , en las que, cuando aumenta el capital de los herederos disminuye el de los inquilinos. Resulta llamativo que en las dos Españas de Sánchez no existan los ciudadanos que se compran su propia vivienda con su esfuerzo y trabajo (ya sea para vivir o como inversión para alquilar). Tras escuchar las palabras de Sánchez, el abogado de Herencias.es , David Fernández, considera que la táctica del líder del PSOE es "la del globo sonda: decir una bestialidad para que cuando intervenga parcialmente en las herencias vía impuestos , la gente se vea aliviada". El letrado señala que para prohibir las herencias "Sánchez tendría que modificar el Artículo 33 de la Constitución, que reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia, y no va a llegar hasta ahí". Fernández añade que "si se prohibieran las herencias, se dispararían las donaciones, ¿también prohibiría las donaciones? No tiene sentido". Montero quiere subir Sucesiones Cabe recordar que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero , tiene un especial interés recaudador sobre el legado de los fallecidos. Y es que, la socialista lleva clamando por subir Sucesiones en las regiones donde lo tienen más bajo desde que fuera consejera de Hacienda en Andalucía con el equipo de Susana Díaz. Hace unos meses, la socialista volvía a apostar por la "armonización fiscal" y, en concreto, por aumentar la tributación a las herencias en las regiones que tienen el Impuesto de Sucesiones más bajo o desaparecido, como Madrid o Andalucía. Ya lo ha hecho con Patrimonio, y todo apunta a que el siguiente paso será Sucesiones. Además, la de las herencias no es la única amenaza del Ejecutivo a los propietarios de vivienda en los últimos meses. En el marco del 41 Congreso Federal , el PSOE planteó una extensa batería de medidas económicas entre las que destacó la aplicación de "un impuesto especial progresivo a la propiedad a partir de la tercera vivienda ". De momento, no se conocen más detalles.
Por Ian Mateu 9 de abril de 2025
El conocido abogado mallorquín, Carlos Barceló , ha conseguido algo nada frecuente. Ha convencido al juzgado de Instrucción número 4 de Palma para proceder al desalojo exprés de un grupo de personas que había okupado una vivienda en la capital balear en tan solo diez días. Según ha podido saber OKBALEARES , ante el delito de usurpación de vivienda denunciado, el letrado remitió un escrito al juzgado interesando el desalojo «como medida cautelar». Y el juzgado, estimando la petición, ha ordenado el desalojo de las personas que se habían hecho fuertes en la vivienda. La petición de medidas cautelares apenas tiene precedentes en España y mucho menos con resultado exitoso. Barceló no ha llegado a utilizar la nueva legislación. Con la anterior le ha bastado para desalojar a los okupas.  Los propietarios de una vivienda de alto standing en una zona privilegiada de Palma denunciaron ante la Policía Nacional los hechos, la okupación de la lujosa vivienda por un grupo indeterminado de personas formado por un matrimonio y otras personas que no han sido identificadas. Acto seguido, acudieron al despacho de Carlos Barceló para que llevara la tramitación judicial para conseguir su expulsión. Es algo para lo que normalmente la demora es de meses o años en los peores casos. Con lo que nadie contaba es que al abogado se le ocurriera pedir medidas cautelares el primer día que asumió el caso. A los diez días la policía, por mandato judicial, los expulsó de la vivienda. Baleares es una de las comunidades con más viviendas okupadas, según refleja un informe del Instituto de Estudios Económicos. En concreto, señala que el índice de ocupaciones en relación con el número de viviendas vacias por comunidades autónomas de las Islas es de 113. Desde el citado organismo explican que se ha tomado como base 100 para el conjunto de España, por lo que el peso de la ocupación sobre las viviendas vacías en las Islas es mayor que en el total nacional un 13 %. Se trata de «niveles relativamente altos de okupación en relación con sus viviendas vacías», señalan desde el citado organismo . Baleares tiene actualmente un total de 518 viviendas en venta con okupas, lo que supone un 1,7% del total de inmuebles que hay a día de hoy en el mercado. La gran mayoría de ellas se encuentran en Palma, donde hasta 213 viviendas que se venden están okupadas (2,9%), según datos del cuarto trimestre del año pasado del portal inmobiliario Idealista. Se trata de un fenómeno que hace unos años era completamente inexistente en España y ahora las viviendas en venta con okupas suponen el 2,6% de la oferta en todo el país. Y es que este primer estudio revela que un total de 20.464 viviendas en venta de toda España reconocieron sufrir un proceso de okupación durante el cuarto trimestre de 2024. Según el portavoz de Idealista, Francisco Iñareta, los datos ponen de manifiesto la especial relevancia que tiene este fenómeno tanto para el mercado en sí mismo como para la percepción que del mismo tienen los propietarios, y supone un lastre más para la recuperación de la oferta en el mercado.
Por Ian Mateu 9 de abril de 2025
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